Vitaminas para tu personalidad: verde por fuera, maduro por dentro.

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El popó mango puede ser verde por fuera y estar bien maduro y exquisito por dentro. Siempre tiene la piel verde.

De esta característica podemos extraer algunas vitaminas para enriquecer nuestra personalidad: 

SER JUVENIL O EXTRAVAGANTE NO IMPLICA FALTA DE MADUREZ O DE INTELIGENCIA.

Una persona puede parecer infantil, estar llena de tatuajes y pendientes hasta la garganta y el recto; y por dentro, tener esa madurez o inteligencia que no conocen aquellos “mayores” que le llaman niña, niño o usan diminutivos al pronunciar su nombre: “Elenita”, “Samuelín”, etc.

Existe el dicho “Como te ven, te tratan” o “tu apariencia dice mucho de ti”, pero quien te desprecia porque llevas unas trenzas rosas o un tatuaje, en vez de ir como la típica secretaria estirada con traje negro y moño a lo Rottenmeier, no puede tener la mente más abierta. Por otro lado, lo “mucho” que tu apariencia diga de ti no puede referirse a tu capacidad de trabajo, tu entusiasmo, tu altruismo, tu tolerancia o tu capacidad de memoria. Eres tú quien sabe qué quiere y hasta dónde está dispuesto a luchar por ello.

Siempre he creído que esas expresiones que nos condicionan y clasifican según la ropa, el pelo, etc. nacieron en el seno de alguna iglesia donde la modestia significaba cubrirse lo suficiente para no despertar el instinto sexual de otros. Cosa que al final ocurre porque estamos vivos y podemos acabar teniendo fantasías sexuales incluso con un ninja o con la esposa de un talibán radical. Me atrevo a decir que es imposible que esas frases no hayan surgido en un entorno donde se pretendía controlar a la gente lo máximo posible.
Por lo tanto, la persona con actitud popó mango se siente cómoda con su apariencia; siempre que no afecte a segundos ni a terceros; ya que, una cosa es salir fresca o fresco a la calle y otra muy diferente es presentarse en una reunión de trabajo apestando a sudor, obligando a otros a soportar tu hedor cuando ellos se han tomado las molestias necesarias para que tú disfrutes de su cercanía.
 
La persona con actitud popó mango tiene claro que “las apariencias engañan” y se debe conocer a la gente antes de juzgar.

Que no te remuerda la conciencia, tu capacidad y tu madures no se miden en tu apariencia, eso es una trola.


CUIDARSE

Aunque seamos perezosos o no nos guste maquillarnos, a todos nos gusta vernos bien. Si no, no nos preocuparíamos por los granos, las cicatrices ni el color, talla o estilo de la ropa que nos compramos.

El popó mango siempre, en buen estado, se ve verde y exquisito. Nosotros también podemos vernos verdes y exquisitos. No hace falta que nos estiremos la piel ni que vivamos en los salones de belleza. Podría ser suficiente con que nos duchemos, usemos una crema que nos guste y nos pongamos ropa limpia.

Siempre que podamos valernos por nosotros mismos, podremos procurar estar siempre limpios y agradables a la vista.

Algunos creen que por ser inteligentes no necesitan arreglarse. Falso. Si el inteligente quiere tener una pareja agradable a la vista o simplemente le encanta ver a la gente “hecha un mango” ¿Por qué no ser agradable y bonito a la vista?

Otros creen que por el cariño y aprecio que les tenemos no nos damos cuenta de que les apesta el aliento. Falso otra vez, nos damos cuenta y algún día estallaremos y se lo diremos sin más. Si ya te queremos y te apreciamos por mil razones que van de la A hasta la Z, te querremos aún más si te cuidas. Te tendremos un aprecio nivel industrial, de cero a infinito.

DISCRECIÓN

La característica piel verde del popó mango también puede significar discreción.
 
Si somos extrovertidos y nos gusta llamar la atención, que se sepa todo de nosotros: cuándo comemos, cagamos, dormimos, probamos un nuevo condón, etc. ¡Está bien! Pero si hasta el popó mango es más discreto que Beyoncé, por algo será.

No todos los que nos rodean desean nuestro éxito, pero como tampoco podemos vivir con miedo a nuestros enemigos, sería mejor que adoptemos el consejo de “hablar con hechos y resultados”, en vez de alardear sueños y planes.

Para que las cosas nos salgan mejor, necesitamos intercambiar ideas con otros. Los resultados son mejores cuando trabajamos con un buen equipo y cuando tenemos el apoyo de otros. Para eso necesitamos saber con quién compartir nuestra intimidad, a quién contarle nuestros planes y con quién llorar o disfrutar. No intentemos llenar un vacío interior con una falsa vida virtual.

Disfruta de tu vida, sé feliz, llora, comparte. Pero recuerda que no necesitas que todo el mundo sepa cómo estas en todo momento. Reserva tu intimidad para tu intimidad y comparte con el resto lo que realmente debas compartir.

¿Qué rollo? Resumiendo: alégrate por tus cumpleaños en tus redes sociales, ganarás unas cuantas felicitaciones de más; pero no nos envíes una fotografía del culo de tu amante con la frase "¡Qué polvos!".

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